En la Administración Tradicional, podemos darnos cuenta que es necesario un diagnostico actual y futuro a seguir, y que la ingerencia de un nuevo modelo basado en competencias no es fácil de aplicar, se necesita una alineación no solo de la estrategia en cuanto a la misión, visión de la empresa sino que también en su cultura corporativa.
En la Administración Tradicional se muestra que las personas no son necesariamente participes de lo que desea alcanzar la empresa, ya que estos son meros ejecutores de lo que dicta la autoridad con respecto a la producción a realizar, el beneficio que las personas obtienen de la organización se manifiesta con políticas de compensación financiara mayoritariamente siendo uno de los objetivos a conseguir por la empresa bajo este esquema, otro aspecto que ha dejado de lado la administración tradicional y no debemos olvidar es el desarrollo en la mejora en el ambiente laboral, que no es manifestado en forma permanente en la calidad de vida laboral y por ende la satisfacción en el trabajo. La Administración por Competencias impulsa los objetivos de mejor productividad y calidad de vida laboral, con el desarrollo de las competencias individuales de cada una de las personas integradas al sistema de la organización como colaboradores de la empresa, este progreso se logra con la capacitación y desarrollo de la carrera profesional, haciendo a las personas con sus competencias laborales participes de las propuestas y soluciones de los procesos en la organización.
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